Los desokupas


Después de la toma del club Albariño, los reclamos de represión (Clarín, La Nación, TN, Macri, Carrió, y el resto de la oposición, en ese orden) y por que la policía estuviera armada para no quedar «indefensa» se hicieron presentes a cada instante.

La decisión de crear un Ministerio de Seguridad a cargo de las fuerzas de seguridad (curiosamente no le fue transferido el Servicio Penitenciario Federal) y colocar a su cabeza a Nilda Garré muestra que fue una decisión acertada de CFK. En algún comentario leí que acusaban de decidir una actitud electoralista. Si fuera el caso, sería la primera vez en la historia argentina que la lógica pretensión de ganar votos de un/a político/a se lleve a cabo a través de acciones concretas y saludables a la sociedad, especialmente cuando de por medio se encuentra la cuestión de la (in)seguridad, tema tan sensible a la sociedad, a Clarín y La Nación, y hasta ahora, considerado piantavotos si no se abordaba desde el lado de la represión, tal como dice el manual electoralista de Eduardo «la mejor policía del mundo» Duhalde.

Curioso: la desocupación del club Albariño, pacífica, y con intervención de la justicia y de más de 300 «indefensos» uniformados no fue subrayada por los cruzados de la libertad de EMprensa ni sus voceros políticos. Clarín solo mencionó que había sido desocupado, sin diatribas ni memoria. La Nación, poniendo énfasis en el aspecto represivo, las detenciones, y no los motivos.

Ambos (Papel Prensa) confundiendo peligrosa pero conscientemente a «ocupantes» con «organizadores/banda/asociación ilícita». Presumiblemente, es la puerta para abrir contra los «otros oscuros, pobres y marginales» en futuras usurpaciones, piquetes y reclamos que no vengan de la clase media.

De pronto, igual que otros cucos, resulta que se puede intervenir racionalmente, sin reprimir, con un juez que investiga y con órdenes políticas a la policía disuasiva. Claro, eso no lo dijeron. Quizás se trate de no piantar votos.

Notas en Página12: La política le ganó a la represión

La Nación: Desalojaron el club Albariño tras 14 órdenes de captura

Clarín: Desalojan al club Albariño tras 16 días y detienen a otros 5 ocupantes

2 comentarios

  1. Bien dicho.
    Supongo que de todo lo ocurrido se pueden extraer conclusiones:
    1º) existe un problema habitacional.
    2º) existen quienes lucran con el problema
    3º) es necesario revisar políticas (de vivienda y de seguridad).

  2. La desocupación del Club «Albariños» fue alcanzada por la mediación judicial, lo cual demuestra que no siempre la intervención de un juez significa represión. Ciertamente, siempre y cuando el juez que interviene lo hace mediante una orden de desocupación, con mano firme y haciendo recurso a una fuerza policial cuya simple presencia -sin empleo u ostentación de armas- no supone amedrentar, sino advertir que si se resiste a la orden entonces podría recurrirse a la fuerza pública; es en este sentido que la(s) policía(s) es(son) preventivas y no represivas. Es inadmisible, en consecuencia que se impute al juez Rafecas haber sido funcional al poder político. Antes bien, el poder político debería seleccionar jueces que reúnan la competencia de ecuanimidad revelada por este juez y no hacer opciones por aquellos que adulan al poder mediante decisiones serviciales o útiles al mismo.

Deja un comentario