DENUNCIAN A MARIA EUGENIA VIDAL POR ABANDONO DE PERSONA SEGUIDO DE MUERTE
Por Horacio Cecchi
A Romina Rosales, de 28 años, no la mataron la hepatitis que le diagnosticaron primero, ni las piedras en la vesícula que le diagnosticaron después, ni la infección generalizada que se le disparó supuestamente por efecto de esas piedras, ni el paro cardiorrespiratorio que determinaron en el acta de defunción, que intenta justificar en lo natural de toda muerte cualquier causa antinatural Sigue leyendo
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